¿Cómo nace Wovigroup?

Llevamos tecnología a tus procesos para hacer tu vida más fácil.

En Wovi creemos que la tecnología no tiene por qué ser compleja ni lejana. Nuestro propósito es escuchar, aprender y transformar ideas en soluciones que resuelvan problemas reales. Somos un equipo que disfruta creando productos simples, útiles y humanos. Más que software, construimos confianza y experiencias que hacen la vida un poco más fácil.

En cada proyecto buscamos más que entregar una solución: queremos acompañar a las personas y a las organizaciones en su camino de crecimiento en la innovación. Creemos que la innovación no se trata solo de código o algoritmos, sino de entender los desafíos reales y darles una respuesta clara y práctica. Esa mezcla de simpleza y confianza es lo que nos mueve como equipo y lo que guía cada paso de Wovigroup.

La historia de WoviGroup

Por Adolfo Munizaga, co-fundador y CEO de WoviGroup

La historia de Wovi, como toda empresa, tiene muchas aristas. Y lo cierto es que hubiese sido muy difícil predecir que estaríamos donde estamos hoy. Todo comenzó el 2018, con más ganas que conocimientos de tecnología, intentando armar un marketplace de servicios. Venía del mundo del retail, ese donde eliges ropa que se fabrica en China y termina en las vitrinas del mall, y lo único que sabía era que quería construir algo distinto.

En esa búsqueda conocí a Diego a través de Workana (una plataforma que recomiendo hasta el día de hoy). Después de varios intercambios, nos pusimos de acuerdo y empezamos a trabajar en lo que sería el primer intento de startup. Entre errores de principiante, logo, página, colores, diseño, ¡los cometimos todos! Logramos después de un año tener algo que funcionaba. Fue en ese camino que Diego me presentó a Camilo, su jefe en ese entonces, y hoy nuestro CTO.

Éramos tres entusiastas con trabajos de tiempo completo que dedicábamos las noches y fines de semana a este proyecto. Logramos que más de 400 profesionales se registraran en la plataforma. Pero el 2020 llegó la pandemia, y con ella el teletrabajo que redujo a cero la interacción de servicios que ofrecíamos. La tracción que tanto costó conseguir se desvaneció de golpe. Diego tomó otros rumbos (seguimos siendo grandes amigos), y junto a Camilo nos quedamos con una pregunta: ¿y ahora qué?

La respuesta llegó rápido. Yo sabía vender, él sabía desarrollar. Conseguimos un cliente que necesitaba ayuda urgente con su área tecnológica, y sin pensarlo mucho dijimos que sí. Ese salto de fe nos obligó a contratar equipo y a convertirnos, casi sin darnos cuenta, en una software factory. Pasé de elegir poleras y polerones en retail a vender tecnología.

El boca a boca hizo lo suyo. Llegaron más clientes, alcanzamos el break-even y decidimos dar un paso más: crear nuestro propio laboratorio de innovación. Así nació Wovi Lab, el espacio donde desarrollamos productos propios. De ahí surgió Atlas, un facturador para pymes que nosotros mismos usamos, y luego Wovi.ai, nuestro transcriptor que hoy tiene miles de usuarios en Latinoamérica.

Hoy seguimos con la misma convicción que al principio: hacer tecnología simple, útil y cercana. Lo que nos mueve como equipo no son las líneas de código, sino las personas que terminan usando nuestras soluciones. Porque al final, de eso se trata Wovi: de escuchar, aprender y transformar.